Project Description

“Usualmente trabajo inspirada por espacios tanto físicos como circunstanciales, asimilando su energía, su historia y su realidad a niveles matéricos, sociales, universales y humanos en sentido particular.”

Retrato de Dania González Sanabria por Leo Juvier.
Foto: Leo Juvier.

DECLARACIÓN DE ARTISTA. Para mí es importante desarrollar un arte como práctica personal, como experiencia, como manifestación vivencial y manera de canalizar energías, comunicar estados íntimos y buscar implicación con el mundo. Mis bases fundamentales se hallan en una aproximación hacia las manifestaciones de vida (entiéndase en términos objetivos y subjetivos), y la asimilación de sus modos, sus procesos y sus transformaciones. Me interesan especialmente los fenómenos naturales y orgánicos, y emplearlos como recursos para hacer alusión a lo existencial, como metáfora de una fuerza interior, en relación a estados de pureza y espiritualidad.

Usualmente trabajo inspirada por espacios tanto físicos como circunstanciales, asimilando su energía, su historia y su realidad a niveles matéricos, sociales, universales y humanos en sentido particular. Los procesos de creación se nutren simbólicamente de estos espacios, y pretenden cargarlos con nuevo ánimo y connotaciones; surgen como respuestas desde una visión sensible, desde lo natural y espiritual a determinados escenarios que inciden en el individuo.

Creo que el arte, incluso desde pequeños niveles, tiene cierta habilidad de marcar cambios en una sociedad, ya que las transformaciones en el pensamiento individual pueden contribuir a crear transformaciones mayores. Los procesos artísticos enfocados en un mejoramiento humano y que generan pensamientos en el espectador acerca de su propia naturaleza, su papel en el mundo como partícipe de él y su manera de encontrar desarrollo, trascendencia y liberación más allá de niveles físicos, pueden crear en el individuo una aprehensión de determinadas actitudes y conductas que contribuyan a un mejoramiento a escala global.

DANIA González Sanabria

(1990 –     )

BIOGRAFÍA. Dania González Sanabria es graduada de Artes Visuales del Instituto Superior de Arte (ISA) en Cuba y la Universidad Alanus en Bonn, Alemania donde recibió la beca DAAD Stibet. Ha participado en experiencias pedagógicas como el taller de Gabriel Orozco en La Habana, intercambios entre el ISA y universidades de arte de Alemania (taller Entwurfs IBA House – SEE project, Lauzits, Alemania), y el grupo Cuarta Pragmática. Con este último, se presentó en significativos eventos en la galería Factoría Habana, la 11na Bienal de La Habana y la 1era Trienal de Tiblisi en Georgia. Su obra se enfoca fundamentalmente en la relación con procesos naturales como forma de espiritualizacion, desarrollo personal y comunicación con los diferentes contextos a partir de experiencias de trabajo procesual. Ha desarrollado muestras individuales en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, Centro de Desarrollo de Artes Visuales (CDAV) en La Habana, la 12ma Bienal de la Habana, residencia Kulturkontakt en Viena, etc. Asimismo, ha participado en exposiciones colectivas en La Habana, Halle, Bonn (Kunstlerforum Bonn), Nueva York, Bruselas (sede del Parlamento Europeo y BOZAR), París (sede de la UNESCO), Viena (Kunstraum NÖ y espacios de Kulturkontakt Austria), E.U.A. (Alabama Contemporary Art Center y Smith College Museum). Fue ganadora de las becas de creación Estudio 21 (CDAV) y Antonia Eiriz patrocinadas por el Consejo Nacional de Artes Plásticas en Cuba. Obras suyas forman parte de las colecciones Cisneros Fontanals, Carole Rosemberg, Smith College Museum, entre otras.

DECLARACIÓN DE PROYECTO. Una señora tenía guardadas estas dos cornamentas como un recuerdo de su abuelo; quien falleció años atrás y a quien le gustaba caminar por los bosques de los alrededores de Viena. Él las encontró mientras realizaba esos paseos durante un período de veinte años, y la señora me las donó porque le gusta la idea de que volviesen al lugar donde pertenecieron, como un homenaje a su abuelo.

Este es un homenaje a la vida pasada en general, es la devolución de un objeto (un objeto natural pero también una posesión personal) a la naturaleza y al punto de origen, como una manera de completar un círculo, similar a los ciclos de vida, muerte y nueva vida, creando un paralelo entre las experiencias y los recuerdos personales con los procesos de la vida natural y silvestre.

Estos montículos, como altares, tratan de evocar el espíritu perdido, tratan de enaltecer la memoria de vida. La muerte es un fenómeno universal; no necesita ser humana o familiar para ser en sí misma dolorosa y desgarradora; existe un gran ciclo, y una unificación de todo. Mediante este proyecto, la naturaleza vuelve a adoptar lo que ha quedado del animal y, al mismo tiempo, completa una historia personal y familiar que ha tenido su origen en ella.

Retrato de Dania González Sanabria por Leo Juvier.
Foto: Leo Juvier.

DANIA González Sanabria

(1990 –     )

BIOGRAFÍA. Dania González Sanabria es graduada de Artes Visuales del Instituto Superior de Arte (ISA) en Cuba y la Universidad Alanus en Bonn, Alemania donde recibió la beca DAAD Stibet. Ha participado en experiencias pedagógicas como el taller de Gabriel Orozco en La Habana, intercambios entre el ISA y universidades de arte de Alemania (taller Entwurfs IBA House – SEE project, Lauzits, Alemania), y el grupo Cuarta Pragmática. Con este último, se presentó en significativos eventos en la galería Factoría Habana, la 11na Bienal de La Habana y la 1era Trienal de Tiblisi en Georgia. Su obra se enfoca fundamentalmente en la relación con procesos naturales como forma de espiritualizacion, desarrollo personal y comunicación con los diferentes contextos a partir de experiencias de trabajo procesual. Ha desarrollado muestras individuales en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, Centro de Desarrollo de Artes Visuales (CDAV) en La Habana, la 12ma Bienal de la Habana, residencia Kulturkontakt en Viena, etc. Asimismo, ha participado en exposiciones colectivas en La Habana, Halle, Bonn (Kunstlerforum Bonn), Nueva York, Bruselas (sede del Parlamento Europeo y BOZAR), París (sede de la UNESCO), Viena (Kunstraum NÖ y espacios de Kulturkontakt Austria), E.U.A. (Alabama Contemporary Art Center y Smith College Museum). Fue ganadora de las becas de creación Estudio 21 (CDAV) y Antonia Eiriz patrocinadas por el Consejo Nacional de Artes Plásticas en Cuba. Obras suyas forman parte de las colecciones Cisneros Fontanals, Carole Rosemberg, Smith College Museum, entre otras.

“Usualmente trabajo inspirada por espacios tanto físicos como circunstanciales, asimilando su energía, su historia y su realidad a niveles matéricos, sociales, universales y humanos en sentido particular.”

DECLARACIÓN DE ARTISTA. Para mí es importante desarrollar un arte como práctica personal, como experiencia, como manifestación vivencial y manera de canalizar energías, comunicar estados íntimos y buscar implicación con el mundo. Mis bases fundamentales se hallan en una aproximación hacia las manifestaciones de vida (entiéndase en términos objetivos y subjetivos), y la asimilación de sus modos, sus procesos y sus transformaciones. Me interesan especialmente los fenómenos naturales y orgánicos, y emplearlos como recursos para hacer alusión a lo existencial, como metáfora de una fuerza interior, en relación a estados de pureza y espiritualidad.

Usualmente trabajo inspirada por espacios tanto físicos como circunstanciales, asimilando su energía, su historia y su realidad a niveles matéricos, sociales, universales y humanos en sentido particular. Los procesos de creación se nutren simbólicamente de estos espacios, y pretenden cargarlos con nuevo ánimo y connotaciones; surgen como respuestas desde una visión sensible, desde lo natural y espiritual a determinados escenarios que inciden en el individuo.

Creo que el arte, incluso desde pequeños niveles, tiene cierta habilidad de marcar cambios en una sociedad, ya que las transformaciones en el pensamiento individual pueden contribuir a crear transformaciones mayores. Los procesos artísticos enfocados en un mejoramiento humano y que generan pensamientos en el espectador acerca de su propia naturaleza, su papel en el mundo como partícipe de él y su manera de encontrar desarrollo, trascendencia y liberación más allá de niveles físicos, pueden crear en el individuo una aprehensión de determinadas actitudes y conductas que contribuyan a un mejoramiento a escala global.

DECLARACIÓN DE PROYECTO. Una señora tenía guardadas estas dos cornamentas como un recuerdo de su abuelo; quien falleció años atrás y a quien le gustaba caminar por los bosques de los alrededores de Viena. Él las encontró mientras realizaba esos paseos durante un período de veinte años, y la señora me las donó porque le gusta la idea de que volviesen al lugar donde pertenecieron, como un homenaje a su abuelo.

Este es un homenaje a la vida pasada en general, es la devolución de un objeto (un objeto natural pero también una posesión personal) a la naturaleza y al punto de origen, como una manera de completar un círculo, similar a los ciclos de vida, muerte y nueva vida, creando un paralelo entre las experiencias y los recuerdos personales con los procesos de la vida natural y silvestre.

Estos montículos, como altares, tratan de evocar el espíritu perdido, tratan de enaltecer la memoria de vida. La muerte es un fenómeno universal; no necesita ser humana o familiar para ser en sí misma dolorosa y desgarradora; existe un gran ciclo, y una unificación de todo. Mediante este proyecto, la naturaleza vuelve a adoptar lo que ha quedado del animal y, al mismo tiempo, completa una historia personal y familiar que ha tenido su origen en ella.