Dainerys Mesa Padrón / La Habana, 2016.

Dainerys Mesa: ¿Por qué esta idea para tu tesis de licenciatura?

Aldeide Delgado: Cuando me enfrenté al hecho de tener que escoger un tema para mi trabajo de Licenciatura en Historia del Arte -en aquel momento estudiante de tercer año de la carrera- quería trabajar una problemática insuficientemente estudiada y de enfoque historiográfico. La investigación es algo que me apasiona, el trabajo en archivos, la acción de descubrir historias pasadas… De ahí que estuviera muy decidida en cuanto al tipo de análisis que implementaría durante el proceso investigativo. A ello habría que sumar un interés perenne por lo no hegemónico, lo lateral, lo subversivo. De esta manera comencé a leer sobre fotografía por considerarla una manifestación preterida en los estudios de Historia del Arte, mientras asistía a los talleres de género impartidos por Danae Diéguez mediante el proyecto Mirar desde la sospecha en la UNEAC.

Allí con frecuencia comentábamos sobre la obra de Marta María Pérez o Cirenaica Moreira, al tiempo que otras investigaciones declaraban un incremento de las mujeres como fotógrafas a partir de los años noventa. Aun no sabría explicar por qué me produjo tanta inquietud –desconfianza-  la lectura de esta sentencia. Tal vez por aquello de «mirar desde la sospecha», pero lo cierto es que decidí realizar un proceso de revisión y de búsqueda de aquellas autoras hasta entonces desconocidas, o poco visibilizadas, en la historia de la fotografía en Cuba.

DM: ¿Qué pretende esta tesis?

AD: La tesis pretendía en primer lugar dejar de ser tesis, siempre la pensé como libro debido a la importancia del tema. Era necesario dar a conocer la información que revelara. Publicarla fue su primer propósito, ser más que un ejercicio académico y así la asumí. Se trata de generar una tradición que provea de paradigmas y referentes a las fotógrafas contemporáneas, a la vez que incluye su participación en la historiografía del arte fotográfico cubano.

DM: ¿Cuáles son los principales hallazgos de esta investigación?

AD: Uno de los mayores  aportes de la investigación ha sido el rescate de la labor fotográfica realizada por mujeres durante la segunda mitad del siglo XIX y XX. De la primera etapa (siglo XIX) algunos investigadores anteriores como Jorge Oller, Rufino del Valle y Grethel Morell habían hecho referencia en artículos y ensayos de Internet. Mas, el Catálogo de Fotógrafas Cubanas tiene entre sus méritos contar con un amplio banco de imágenes que indiscutiblemente enriquece el trabajo desarrollado por mis otros colegas. Cuando empecé este proyecto, era común escuchar sobre la ausencia de fotógrafas en el panorama artístico cubano; sin embargo hoy puedo declarar el registro de más de cincuenta creadoras entre profesionales y aficionadas desde 1853 hasta 1959. Otro hallazgo fue encontrar, en los archivos del Club Fotográfico de Cuba, una Sección Femenina cuyo objetivo era  «propagar en el sector femenino el conocimiento y la técnica del arte fotográfico, así como crear un ambiente más social». Por otro lado, ha sido fundamental escuchar las experiencias de vida y contactar a las fotógrafas en activo fuera de Cuba.

DM: ¿Cómo muestra tu creación a las mujeres fotógrafas cubanas y las relaciona con su obra y su tiempo?

AD: No es posible comprender a cabalidad la producción fotográfica realizada por mujeres si no se tiene en cuenta el contexto en el cual se insertan. Desde esta perspectiva el Catálogo de Fotógrafas Cubanas se constituye en dos partes. Una primera denominada Hacia una tradición de fotógrafas en Cuba (1853-1986) y la otra, Posicionamiento de las fotógrafas en el contexto artístico cubano. (1987-actualidad). Cada una de las partes profundiza en las características sociales, políticas y económicas que propiciaron la participación o no de las mujeres en la fotografía, a la vez que se establecen las características temáticas y estilísticas de su producción.

DM: ¿Hasta el momento en que iniciaste tu proyecto, cómo valoras era el conocimiento, la difusión, evolución de las mujeres en la fotografía cubana?

AD: Aproximarse a los estudios sobre fotografía en Cuba supone una tarea compleja debido a lo dispersa que se encuentra la bibliografía. Más allá de los trabajos de María Eugenia Haya y de Enrique de la Uz, así como la antología Cuba, 100 años de fotografía, los cuales se realizan desde una perspectiva panorámica a partir de la llegada de la manifestación hasta bien entrado el siglo XX; la historia del medio fotográfico ha sido escrita a partir de los trabajos de diplomas y los disímiles artículos que se encuentran en catálogos y revistas especializadas. Los mismos abordan temáticas específicas por lo que aún se carece de un texto o una compilación que analice desde diferentes perspectivas el desarrollo de la manifestación en el país y sus principales problemáticas. Aunque he de destacar la publicación reciente del Diccionario histórico de la fotografía en Cuba de gran utilidad por su carácter enciclopédico.

Luego de revisar diversas fuentes en diferentes soportes y formatos pude constatar que si bien algunos textos revelaban nombres de fotógrafas, la escasez de información con respecto a la presencia de mujeres en el medio resultaba preocupante. Los textos cuya intención es ofrecer un panorama del desarrollo de la fotografía en Cuba, entre ellos Sobre la fotografía cubana y Apuntes para una historia de la fotografía en Cuba de María Eugenia Haya, así como la ya citada Cuba 100 años de fotografía (resultado de una investigación en los fondos de la Fototeca), solo mencionan a dos fotógrafas del siglo XlX por su cualidad de ser las primeras mujeres en el medio. Un vacío se producía hasta las postrimerías de la década del setenta, cuando aparecen los nombres de Abigaíl García y Marucha.

Por otro lado, algunos estudios enunciaban de manera tangencial el tema en cuestión, como por ejemplo el trabajo de diploma  La fotografía documental cubana en la década del noventa de la Lic. Nahela Hechevarría en el que expone que es en esta etapa cuando emergen fotógrafas “en un medio que históricamente –al menos en Cuba- ha sido acaparado por hombres”. Del mismo modo, como acto de culminación de estudios de la carrera Historia del Arte,  la Lic. Ana Gabriela Ballate realizó una multimedia titulada Fotógrafas del Nuevo Milenio, donde registra la labor de once artistas. También se encontraban los artículos Al filo del deseo o con mirada de mujer de Rufino del Valle y Ramón Cabrales donde cuestionan la existencia de un  ideal machista en la sociedad y la manera cómo, a partir de una mirada androcéntrica, nos  acercamos a las diferentes manifestaciones artísticas. El ensayo enumeraba una suma de 35 fotógrafas lo que constituyó un gran incentivo durante la primera etapa del proyecto. Además el texto Mujeres fotógrafas y fotografiadas en el siglo XIX cubano de Grethel Morell representó un significativo exponente sobre la producción de las féminas en las postrimerías del siglo.

Los ejemplos enunciados tienen el mérito de hacer énfasis en un fenómeno poco atendido en la historia de la fotografía cubana, sin embargo su alcance continuaba siendo limitado. Faltaba un análisis detallado y específico que se enfocara en la construcción de una historiografía y que a la vez se acercara al fenómeno desde una perspectiva teórica y  crítica. El conocimiento sobre la participación de las mujeres en la fotografía cubana era muy insuficiente y temo decir que aún lo es. El Catálogo de Fotógrafas Cubanas viene a suplir esta carencia.

DM: ¿Qué viene después de este libro, en materia de fotografía?

AD: La realización de un proyecto con una temporalidad tan amplia ha impedido la profundización en la obra de exponentes particulares así como tendencias estilísticas. Después del Catálogo de Fotógrafas Cubanas, me enfocaré en la realización de esos monográficos que bien pudieran requerir algunas de las artistas, así como la exploración de áreas temáticas que despiertan mi interés.

Notas:
Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Alma Mater.
Cada artículo expresa exclusivamente las opiniones, declaraciones y acercamientos de sus autores y es responsabilidad de los mismos. Los artículos pueden ser reproducidos total o parcialmente citando la fuente y sus autores.
Sobre la autora:
Dainerys Mesa Padrón (Pinar del Río, 1983) Periodista cubana. Trabaja en la Revista Alma Máter.
Imágenes destacadas en el artículo:
María Eugenia Haya. Serie La tropical, c. 1983. Impresión en plata sobre gelatina. ©️ María Eugenia Haya. Cortesía Archivo de la Fototeca de Cuba.

Dainerys Mesa Padrón / La Habana, 2016.

Dainerys Mesa: ¿Por qué esta idea para tu tesis de licenciatura?

Aldeide Delgado: Cuando me enfrenté al hecho de tener que escoger un tema para mi trabajo de Licenciatura en Historia del Arte -en aquel momento estudiante de tercer año de la carrera- quería trabajar una problemática insuficientemente estudiada y de enfoque historiográfico. La investigación es algo que me apasiona, el trabajo en archivos, la acción de descubrir historias pasadas… De ahí que estuviera muy decidida en cuanto al tipo de análisis que implementaría durante el proceso investigativo. A ello habría que sumar un interés perenne por lo no hegemónico, lo lateral, lo subversivo. De esta manera comencé a leer sobre fotografía por considerarla una manifestación preterida en los estudios de Historia del Arte, mientras asistía a los talleres de género impartidos por Danae Diéguez mediante el proyecto Mirar desde la sospecha en la UNEAC.

Allí con frecuencia comentábamos sobre la obra de Marta María Pérez o Cirenaica Moreira, al tiempo que otras investigaciones declaraban un incremento de las mujeres como fotógrafas a partir de los años noventa. Aun no sabría explicar por qué me produjo tanta inquietud –desconfianza-  la lectura de esta sentencia. Tal vez por aquello de «mirar desde la sospecha», pero lo cierto es que decidí realizar un proceso de revisión y de búsqueda de aquellas autoras hasta entonces desconocidas, o poco visibilizadas, en la historia de la fotografía en Cuba.

DM: ¿Qué pretende esta tesis?

AD: La tesis pretendía en primer lugar dejar de ser tesis, siempre la pensé como libro debido a la importancia del tema. Era necesario dar a conocer la información que revelara. Publicarla fue su primer propósito, ser más que un ejercicio académico y así la asumí. Se trata de generar una tradición que provea de paradigmas y referentes a las fotógrafas contemporáneas, a la vez que incluye su participación en la historiografía del arte fotográfico cubano.

DM: ¿Cuáles son los principales hallazgos de esta investigación?

AD: Uno de los mayores  aportes de la investigación ha sido el rescate de la labor fotográfica realizada por mujeres durante la segunda mitad del siglo XIX y XX. De la primera etapa (siglo XIX) algunos investigadores anteriores como Jorge Oller, Rufino del Valle y Grethel Morell habían hecho referencia en artículos y ensayos de Internet. Mas, el Catálogo de Fotógrafas Cubanas tiene entre sus méritos contar con un amplio banco de imágenes que indiscutiblemente enriquece el trabajo desarrollado por mis otros colegas. Cuando empecé este proyecto, era común escuchar sobre la ausencia de fotógrafas en el panorama artístico cubano; sin embargo hoy puedo declarar el registro de más de cincuenta creadoras entre profesionales y aficionadas desde 1853 hasta 1959. Otro hallazgo fue encontrar, en los archivos del Club Fotográfico de Cuba, una Sección Femenina cuyo objetivo era  «propagar en el sector femenino el conocimiento y la técnica del arte fotográfico, así como crear un ambiente más social». Por otro lado, ha sido fundamental escuchar las experiencias de vida y contactar a las fotógrafas en activo fuera de Cuba.

DM: ¿Cómo muestra tu creación a las mujeres fotógrafas cubanas y las relaciona con su obra y su tiempo?

AD: No es posible comprender a cabalidad la producción fotográfica realizada por mujeres si no se tiene en cuenta el contexto en el cual se insertan. Desde esta perspectiva el Catálogo de Fotógrafas Cubanas se constituye en dos partes. Una primera denominada Hacia una tradición de fotógrafas en Cuba (1853-1986) y la otra, Posicionamiento de las fotógrafas en el contexto artístico cubano. (1987-actualidad). Cada una de las partes profundiza en las características sociales, políticas y económicas que propiciaron la participación o no de las mujeres en la fotografía, a la vez que se establecen las características temáticas y estilísticas de su producción.

DM: ¿Hasta el momento en que iniciaste tu proyecto, cómo valoras era el conocimiento, la difusión, evolución de las mujeres en la fotografía cubana?

AD: Aproximarse a los estudios sobre fotografía en Cuba supone una tarea compleja debido a lo dispersa que se encuentra la bibliografía. Más allá de los trabajos de María Eugenia Haya y de Enrique de la Uz, así como la antología Cuba, 100 años de fotografía, los cuales se realizan desde una perspectiva panorámica a partir de la llegada de la manifestación hasta bien entrado el siglo XX; la historia del medio fotográfico ha sido escrita a partir de los trabajos de diplomas y los disímiles artículos que se encuentran en catálogos y revistas especializadas. Los mismos abordan temáticas específicas por lo que aún se carece de un texto o una compilación que analice desde diferentes perspectivas el desarrollo de la manifestación en el país y sus principales problemáticas. Aunque he de destacar la publicación reciente del Diccionario histórico de la fotografía en Cuba de gran utilidad por su carácter enciclopédico.

Luego de revisar diversas fuentes en diferentes soportes y formatos pude constatar que si bien algunos textos revelaban nombres de fotógrafas, la escasez de información con respecto a la presencia de mujeres en el medio resultaba preocupante. Los textos cuya intención es ofrecer un panorama del desarrollo de la fotografía en Cuba, entre ellos Sobre la fotografía cubana y Apuntes para una historia de la fotografía en Cuba de María Eugenia Haya, así como la ya citada Cuba 100 años de fotografía (resultado de una investigación en los fondos de la Fototeca), solo mencionan a dos fotógrafas del siglo XlX por su cualidad de ser las primeras mujeres en el medio. Un vacío se producía hasta las postrimerías de la década del setenta, cuando aparecen los nombres de Abigaíl García y Marucha.

Por otro lado, algunos estudios enunciaban de manera tangencial el tema en cuestión, como por ejemplo el trabajo de diploma  La fotografía documental cubana en la década del noventa de la Lic. Nahela Hechevarría en el que expone que es en esta etapa cuando emergen fotógrafas “en un medio que históricamente –al menos en Cuba- ha sido acaparado por hombres”. Del mismo modo, como acto de culminación de estudios de la carrera Historia del Arte,  la Lic. Ana Gabriela Ballate realizó una multimedia titulada Fotógrafas del Nuevo Milenio, donde registra la labor de once artistas. También se encontraban los artículos Al filo del deseo o con mirada de mujer de Rufino del Valle y Ramón Cabrales donde cuestionan la existencia de un  ideal machista en la sociedad y la manera cómo, a partir de una mirada androcéntrica, nos  acercamos a las diferentes manifestaciones artísticas. El ensayo enumeraba una suma de 35 fotógrafas lo que constituyó un gran incentivo durante la primera etapa del proyecto. Además el texto Mujeres fotógrafas y fotografiadas en el siglo XIX cubano de Grethel Morell representó un significativo exponente sobre la producción de las féminas en las postrimerías del siglo.

Los ejemplos enunciados tienen el mérito de hacer énfasis en un fenómeno poco atendido en la historia de la fotografía cubana, sin embargo su alcance continuaba siendo limitado. Faltaba un análisis detallado y específico que se enfocara en la construcción de una historiografía y que a la vez se acercara al fenómeno desde una perspectiva teórica y  crítica. El conocimiento sobre la participación de las mujeres en la fotografía cubana era muy insuficiente y temo decir que aún lo es. El Catálogo de Fotógrafas Cubanas viene a suplir esta carencia.

DM: ¿Qué viene después de este libro, en materia de fotografía?

AD: La realización de un proyecto con una temporalidad tan amplia ha impedido la profundización en la obra de exponentes particulares así como tendencias estilísticas. Después del Catálogo de Fotógrafas Cubanas, me enfocaré en la realización de esos monográficos que bien pudieran requerir algunas de las artistas, así como la exploración de áreas temáticas que despiertan mi interés.

Notas:
Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Alma Mater.
Cada artículo expresa exclusivamente las opiniones, declaraciones y acercamientos de sus autores y es responsabilidad de los mismos. Los artículos pueden ser reproducidos total o parcialmente citando la fuente y sus autores.
Sobre la autora:
Dainerys Mesa Padrón (Pinar del Río, 1983) Periodista cubana. Trabaja en la Revista Alma Máter.
Imágenes destacadas en el artículo:
María Eugenia Haya. Serie La tropical, c. 1983. Impresión en plata sobre gelatina. ©️ María Eugenia Haya. Cortesía Archivo de la Fototeca de Cuba.